1- Evolución del dibujo infantil
a) El Garabato
El
primer garabato (no siempre efectuado sobre papel), supone la primera expresión
gráfica de lo que más adelante serán trazos que irán tomando progresivamente
forma y contenido. Son los precursores de algo más importante que vendrá
después: el dibujo y la escritura.
Estos primeros "dibujos" suelen efectuarse a partir del año y medio. Evidentemente sin intención ni capacidad para representar formas, figuras u objetos. Sí pueden, desde un punto de vista psicológico, permitirnos explorar algunos detalles tempranos de su afectividad y temperamento como se expone un poco más adelante.
Sus primeros contactos con el lápiz y el papel van a ser exploratorios y muy condicionados por las limitaciones obvias de su capacidad y maduración visomotora.
Igual como ocurre con en otros aspectos del aprendizaje, cada niño es un mundo y seguirá su propio proceso y ciclo. Los hay más precoces y otros más lentos en la adquisición de ciertas habilidades. Ello no tienen que ser síntoma inequívo, al menos en estas edades, de retraso o menos capacidad futura. No obstante, siempre será positivo potenciar, motivar y acompañar al niño en cualquier proceso de aprendizaje y estar atentos a a cualquier problema que pudiera surgir.
Estos primeros "dibujos" suelen efectuarse a partir del año y medio. Evidentemente sin intención ni capacidad para representar formas, figuras u objetos. Sí pueden, desde un punto de vista psicológico, permitirnos explorar algunos detalles tempranos de su afectividad y temperamento como se expone un poco más adelante.
Sus primeros contactos con el lápiz y el papel van a ser exploratorios y muy condicionados por las limitaciones obvias de su capacidad y maduración visomotora.
Igual como ocurre con en otros aspectos del aprendizaje, cada niño es un mundo y seguirá su propio proceso y ciclo. Los hay más precoces y otros más lentos en la adquisición de ciertas habilidades. Ello no tienen que ser síntoma inequívo, al menos en estas edades, de retraso o menos capacidad futura. No obstante, siempre será positivo potenciar, motivar y acompañar al niño en cualquier proceso de aprendizaje y estar atentos a a cualquier problema que pudiera surgir.
b) Del garabato a lasprimeras formas
A partir del segundo año, el niño es capaz de ir dando forma a los garabatos. Ya no se trata sólo de líneas inconexas sino que se observan agrupamientos de trazos en formas con contornos. Pueden ser los primeros intentos de representar objetos del mundo real. Evidentemente el nivel de maduración no permite todavía la definición de las formas. Suele también empezar la experimentación con diferentes colores. En esta etapa ya podemos distinguir algunos rasgos del temperamento del niño tal como se apunta más adelante.
c) Las líneasempiezan a tomar forma
Estamos ya en la etapa de 2,5 años aproximadamente. El niño es capaz de dibujar círculos y combinarlo con líneas para crear nuevas formas. Son dibujos que ya tienen cierto parecido con objetos y figuras humanas pero sin llegar a nivel de detalle suficiente como para identificarlas plenamente.
d) El detalleaumenta
El niño, generalmente, es capaz ya de dibujar una línea vertical al año y medio; la horizontal y el círculo a los dos años; la cruz a los tres; el cuadrado a los cuatro y el rombo a los siete años.
e) La figura humana se perfila
Entre los tres y cuatro años el niño va depurando sus dibujos. La figura humana evoluciona de un simple humanoide con piernas y cabeza a una figura más completa en las que ya se han incorporado el cuerpo y los brazos. La cabeza con frecuencia aparece muy grande al igual que los ojos. En los niños más detallistas puede que también se incorpore el pelo como un elemento más.
f) Se consolida la forma.
Estamos ya en los cinco años. Las diferentes estructuras cognitivas han ido madurando y el dibujo es una más de las facetas en el que el niño ha progresado. Ahora la figura humana es perfectamente identificable y presenta la mayoría de los elementos principales: Cabeza, cuerpo y extremidades superiores e inferiores. En la cara puden observarse los ojos y la boca. La nariz y las orejas suelen tardar un poco más. La presencia del cabello es también habitual. Además aparece otros aspecto importante: la diferenciación. Cuando se pintan varias figuras humanas, el niño es capaz de pintar en cada una de ellas rasgos diferenciales (más grande, más pequeño, con pelo, sin pelo, alegre, con algún objeto en la mano.). Este detalle es importante dado que es un síntoma de creatividad y de capacidad de observación del entorno.
g) El personaje en situación
De
los cinco a seis años el dibujo está consolidado. Cada niño a su forma y con su
propia destreza. No obstante, el dibujo va a mantener un elemento común en
todos los niños: Su capacidad de ser una plataforma comunicativa, un escaparate
donde se nos va a mostrar un mosaico de sensaciones y emociones, es decir, el
mundo interno del niño. No siempre serán obvias sino que deberán interpretarse
cautelosamente en la clave peculiar e intransferible de cada niño.
Ahora, figuras humanas y objetos interactúan dentro del papel y el niño puede plasmarlas no tan sólo como formas individuales sino formando parte de una escenificación, de una situación concreta.
Ahora, figuras humanas y objetos interactúan dentro del papel y el niño puede plasmarlas no tan sólo como formas individuales sino formando parte de una escenificación, de una situación concreta.
2- Aspectos a evaluar en las primeras etapas
Desde el mismo inicio del garabato podemos anilizar diferentes aspectos, si bien, cuando el dibujo toma una especial relevancia en la evaluación es a partir de los 4 - 5 años, momento en el que está consolidado.
A continuación se exponen algunos de los elementos que pueden ser susceptibles de observación y evaluación en las primeras etapas del niño.
1- Elmodo en que coge los lápices.
Lo hace de forma tranquila o lo agarra fuertemente. Su trazo será seguramente aún torpe pero si los agarra de forma forzada puede ser un indicador de tensión. Es aconsejable que le indiquemos tranquilamente como debe cogerlos, pero dejándole cierta libertad en sus primeros encuentros con el papel para que vaya experimentando.
2- La mirada y la actitud.
¿Disfruta el niño con la actividad? ¿Solicita los lápices?
Debemos verificar si está pendiente de lo que hace fijando la mirada en el papel o simplemente se limita a hacer movimientos con el lápiz sin prestar atención. En éste último caso deberíamos intentar corregirle y que atendiera visualmente a lo que está haciendo. Si no está motivado para pintar mejor dejarlo para otro momento. No forzarlo.
Una inclinación natural hacia el dibujo es buen indicador de la capacidad de aprendizaje posterior.
3- El espacio que ocupa.
Ver el espacio que ocupa en el papel puede darnos algunas pistas. En general ocupar todo el espacio se asocia a confianza, seguridad, ganas de explorar el entorno. Cuando el espacio ocupado se reduce a alguna zona en concreto o los garabatos son pequeños se interpretaría en sentido contrario, es decir, timidez, retraimiento, introversión.
4- El trazo.
Un trazo firme, seguro y estable al hacer el garabato puede significar soltura de movimientos, ganas de explorar, de experimentar, buena predisposición al juego, a aprender. Si el trazo se efectúa con exceso de presión o velocidad puede ser un indicador de impulsividad o falta de control.
5-Forma.
En general, los niños empiezan dibujando formas rectilíneas para progresivamente incorporar las formas onduladas. Una vez pasada la etapa de los primeros garabatos, cuando se empieza a adquirir un poco de destreza con el dibujo, las líneas rectas largas trazadas de esquina a esquina del papel, en especial las ascendentes, pueden ser indicadores de cierta agresividad hacia el exterior o falta de control de impulsos. Por el contrario, los trazos con predominio de las formas onduladas o redondeadas son propias de niños con mayor control sobre sí mismos y quizás de mayor complicidad afectiva con las figuras de apego.
Lafamilia
- En sus retratos de la familia los niños expresan cómo se sienten con su entorno afectivo más cercano
- También manifiestan cómo es su relación con cada unos de sus miembros
- A través del dibujo los pequeños comunican información sobre sus sentimientos, miedos, afectos y personalidad
- Los adultos sabemos decir lo que sentimos, los niños no y por eso recurren al dibujo como medio de expresión
- Es importante ayudarlos a dominar este lenguaje y a valorar sus dibujos desde el primer garabato: el dibujo es juego y como tal es imprescindible, y también es comunicación
Coloresy figuras
- En todos los dibujos infantiles hay elementos positivos y otros preocupantes
- Son buena señales:
- los colores pasteles y claros
- las figuras sonrientes
- las líneas onduladas
- las acciones positivas (jugar o divertirse)
- En cambio pueden ser inquietantes:
- los tonos oscuros especialmente el negro
- los rasgos puntiagudos
- los objetos como armas o cuchillos
- las expresiones de rabia, agresión o llanto
- Pero todo esto es relativo y depende de la edad y de las circunstancias de cada niño
- Hay que fíjarse en lo que dibuja habitualmente: sus colores favoritos, los objetos que repite, sus tendencias más marcadas, etc.
Tu hijo y su mundo
- La zona de la izquierda representa el pasado, el apego a la madre, la introversión. Si siempre dibuja ahí, tiene muy presente un hecho que vivió (sea feliz o no)
- El lado derecho simboliza el futuro, el apego al padre, la extroversión, la autoridad: para los que dibujan siempre ahí, el futuro es la esperanza, la promesa... o puede ser también una válvula de escape del presente.
- El centro es el ahora: está abierto a lo que ocurre a su alrededor, no siente preocupación por el pasado ni el futuro
- Las líneas curvas son las favoritas de niños dulces, sensibles y tranquilos, aunque un exceso puede indicar inmadurez. Los pequeños más realistas, con iniciativa y no muy emotivos eligen líneas más rectas y ángulos.
- Las formas grandes indican seguridad: el niño se afirma, ocupa su lugar. Pero también puede ser una forma de compensar: cree que no se le presta la atención que merece, y con el dibujo se hace ver.
- Los dibujos pequeños son propios de niños serenos, seguros, que no compiten, que se concentran bien. Si son demasiado pequeños, puede que se sientan poca cosa, sean muy solitarios o tengan miedo a crecer.
En qué debemos fijarnos
- En el tamaño: nos informan sobre su autoestima
- En la ubicación: nos fijaremos dónde se coloca el dibuja en la hoja, en la zona izquierda, derecha o en el centro. El espacio superior representa la cabeza, la imaginación y el intelecto. La zona inferior hace referencia a sus necesidades básicas.
- El trazo: los niños seguros y apasionados realizan líneas más enérgicas y fuertes, a veces incluso dejando marcas en el papel y rompiendo puntas de lápices o ceras. Los más inseguros, sensibles y perfeccionistas aplican los colores con suavidad, con trazos ligeros o discontinuos.
- Las formas: las redondeadas (niños más dulces y cariñosos) o picudas (niños más agresivos, tozudos)
- los primarios (rojo, amarillo, azul) indican niños con personalidad primaria y varían de forma decisiva según su estado de ánimo. Son impulsivos, actúan antes de pensar y son más extrovertidos y sociables
- los colores secundarios (rosas, marrones, morados) indican niños más reflexivos, prudentes, introvertidos o tímidos
- el color negro: vida interior rica, miedos, ansiedad, pudor, melancolía, sufrimiento. Si domina, puede ser síntoma de desequilibrios internos y de un gran sufrimiento que no expresa.