Algunas
estrategias para la evaluación
de la comprensión de lectura que tienen los estudiantes como
las pruebas estandarizadas, de preguntas cerradas o las pruebas de diagnóstico,
son bien conocidas como una útil herramienta evaluadora. Sin embargo, existen
alternativas diferentes y creativas que permiten hacer diagnósticos sobre la comprensión lectora
de los alumnos a través de actividades en clase. A continuación presentamos
algunas opciones.
Listas de chequeo o
comprobación
A través de ellas, los profesores pueden evaluar palabras claves que se encuentren en la lectura, que sean de importancia para el proceso de aprendizaje y que se requieran para trabajo futuro. El primer paso es hacer un listado de conceptos que deben ser comprendidos por los estudiantes y posteriormente pedirles que lo expliquen para comprobar el aprendizaje de los mismos.
Así mismo las listas de chequeo sirven para que los mismos estudiantes puedan ir revisando y organizando su propio trabajo.
Relato de lo leído
Luego de leer una historia a los estudiantes o que ellos lo hayan hecho por su cuenta, pídales que la vuelvan a narrar como si se la contaran a un amigo que no la conoce ni la ha escuchado antes. Para darle un valor cuantitativo a este ejercicio, puede realizar un listado de elementos fundamentales a tener en cuenta (por ejemplo: personajes, trama, escenario.) y asignarle un valor a cada uno de estos.
Una evaluación cualitativa puede tener en cuenta el nivel y profundidad de comprensión que el estudiante ha tenido de la lectura, así como la interpretación que hace de los hechos. Esta actividad puede realizarse de manera individual o en grupo.
Diarios de lectura
A través de ellos, los estudiantes pueden consignar las tareas completadas, las que aun faltan por finalizar y, además de una ficha técnica que incluya el título del libro o artículo y el autor, entre otros, puede plasmar allí sus comentarios y reacciones frente a lo que lea en clase o en casa.
Discusiones periódicas acerca de estos diarios permitirán al maestro conocer el proceso de lectura de los estudiantes y reorientar o impartir nuevas instrucciones, si es el caso, o motivar a la continuación de la lectura. Los diarios pueden formar parte de un portafolio general que se trabaje en clase.
Portafolios
Son un mecanismo de evaluación periódica que permite al profesor evaluar el desarrollo y crecimiento de los estudiantes. Para ello es esencial que los estudiantes desarrollen un sentido de propiedad sobre su portafolio, lo cual permitirá que el maestro pueda conocer de una forma cercana el proceso de evolución y en dónde es necesario reforzar o tener un mayor trabajo.
El contenido del portafolio puede incluir relatos, poemas, cartas, material gráfico y auditivo, entre otros. Es importante que el estudiante tenga acceso constante a él para que pueda actualizarlo de una manera periódica, así como compartirlo con sus compañeros de clase.
A pesar de que en los portafolios es posible incluir todo tipo de material, es importante asignar algunas fechas para revisar los avances, esto puede ser al final de los periodos académicos o a final de año, y se deben establecer pautas y cantidad de trabajos para hacer una evaluación más estandarizada que garantice la comprobación de conocimientos.
Para la evaluación de estos es importante tener en cuenta una auto evaluación del estudiante en la que describa sus logros, lo que aprendió en el proceso, los objetivos y dificultades. Así mismo es importante que los estudiantes evalúen los portafolios de sus compañeros detectando en ellos las fortalezas.
A pesar de que la evaluación del profesor debe llevar una calificación, es importante que en este proceso haya un diálogo con el estudiante, que permita comprender los logros y falencias, para plantear así nuevos objetivos a alcanzar por parte de los alumnos. En el caso de los estudiantes más pequeños, también es importante que los padres conozcan los portafolios, para que desde el hogar puedan motivar a sus hijos y estos puedan desarrollar un mejor trabajo cada vez.
0 comentarios:
Publicar un comentario